En este pequeño artículo quiero hablar sobre el poder del descanso, el descanso tanto corporal como mental.
Qué nos pasa cuando nos paramos, cuando hay un momento en nuestro día en el cual no hacemos nada ni pensamos en nada en particular; existe ese momento? cómo nos sentimos?, quizás algunos tengan la sensación de que están perdiendo el tiempo o de que se aburren o se sienten raros o quizás nos vengan frases a la cabeza de personas que no nos han permitido parar y descansar. Estamos en la sociedad del hacer,hacer,hacer; pensar,pensar,pensar.
Pues sí, detenerse, serenarse y descansar son las condiciones previas para la curación.
Es necesario que aprendamos el arte de descansar, dejando que tanto el cuerpo como la mente se relajen.
El hecho de serenarnos nos permite descansar, y descansar es una condición previa a la curación.
Cuando los animales del bosque caen heridos, siempre encuentran un lugar para tenderse y descansar totalmente durante muchos días. No piensan en comer ni en ninguna otra cosa. Se limitan a descansar y logran de ese modo la curación que tanto necesitan. Cuando los humanos caemos enfermos, lo único que sabemos hacer es preocuparnos. Vamos al encuentro de doctores y medicinas, pero no nos detenemos. Ni siquiera descansamos cuando vamos a la playa o a la montaña durante las vacaciones y regresamos incluso más cansados que antes.
Nuestro cuerpo y nuestra mente tienen la capacidad de curarse a sí mismos si les permitimos descansar. Podemos llamar a esto Autorregulación.
¿Cómo podemos aprender a parar, serenarnos y descansar aunque sea por pequeños espacios de tiempo?
Aprendiendo a practicar Mindfulness, yoga, meditación…
El camino es prometedor.